La actividad física regular es un importante componente para un estilo de vida saludable, reduciendo el riesgo relacionado a las enfermedades cardiovasculares.
La Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, aprobada por la OMS en mayo del 2004, considera la actividad física como un factor determinante del gasto de energía y, por lo tanto, del equilibrio energético y el control del peso. Además, reduce la tensión arterial, mejora el nivel del colesterol y mejora el control de la hiperglucemia en las personas con exceso de peso.
A pesar de las evidencias científicas y de la aparente aceptación pública de la importancia de la práctica de actividad física, millones de personas permanecen físicamente inactivas. Al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada con una frecuencia casi diaria es suficiente para prevenir las enfermedades no transmisibles.
Si nuestra sociedad, que es esencialmente inactiva, cambia hacia hábitos más activos, las organizaciones de salud e instituciones educativas deben jugar un rol importante en transmitir la cantidad y tipo de actividad física que se debe realizar para prevenir enfermedades y para promover la salud.
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Fuente: PROPIA (programa de prevención de infarto de Argentina)http://www.propia.org.ar
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